Cuando empezamos con este proyecto teníamos claro los sitios en los que queríamos estar con nuestras joyas de acero inoxidable y en los que no.
Por eso sabíamos que donde sonase la música, era ahí donde teníamos que estar!
Empezamos a darle a esas cabeciñas inquietas que tenemos y nos dimos cuenta de que esa misma semana, de jueves a sábado, se celebrara el Festival Surfing the Lerez en Pontevedra! (Estábamos a martes, drama asegurado).
Eran las 12 de la noche y estaba en cama escribiendo un mail a la organización para preguntar si por alineación de todos los astros aun había alguna plaza disponible para exponer nuestras joyas de acero inoxidable en el mercadillo….y si, si, los astros se alinearon y había una plaza libre!!
Y claro, ahora viene el drama!! Ya estábamos a miércoles y al día siguiente empezaba el festival… ¡y nosotras sin carpa!, y sin toldos (porque daban lluvia) y sin un sinfín de cosas más que hizo que más de 10 veces por día quisiésemos abandonar.
Pero para eso somos dos (para eso y, para y por otras muchas cosas más) para animarnos la una a la otra, para llorar hasta reír de la desesperación, para tirar cuando la otra no puede y al revés….y entre drama y drama..solucionamos!!
Desde que solucionamos hasta que el puesto quedó montado os lo resumo en:
La furgoneta llegaba a las 12 pero no llego hasta la 13.30
Lidia pinchó una rueda
Yo que siempre salgo puntual del trabajo, me retrasé casi una hora
Los maridos tuvieron que venir al rescate
Las instrucciones de la carpa eran para personas con un coeficiente intelectual de más de 250.
Montamos….pero llovía tanto que las peripecias que tuvimos que hacer voy a omitirlas jajajajaj
Pero entre drama y drama pudimos exponer nuestras joyas de acero inoxidable!! Y también conocimos a muchísima gente, y nos conocieron, y nos llevamos experiencia, momentos divertidos, momentos de desesperación, anécdotas tan divertidas que hasta cambiamos el nombre de algún pendiente en memoria de esos momentos!
En definitiva, sí y más veces sí a estos dramas y a estas aventuras improvisadas de las que al final siempre se aprende algo, y si algo nos quedó claro es que sí, estábamos donde teníamos que estar!!
Hasta la próxima marineras, marineros y marineres!!